Diagnóstico y tratamiento de las glucogenosis musculares
El diagnóstico se basa en la clínica de intolerancia al ejercicio con calambres y mioglobinuria y debilidad progresiva.
Las pruebas dinámicas, como la prueba de ejercicio con isquemia en el antebrazo, aportan datos importantes para el diagnóstico diferencial entre la enfermedad de McArdle (GSD-V) y otras GSD musculares u otras enfermedades.
Un test de esfuerzo isquémico positivo (ausencia de elevación de lactato con elevación del amonio tras esfuerzo isquémico) es sugestivo de GSD-V, mientras que si no se eleva el amonio podría ser indicativo de que el esfuerzo ha sido insuficiente.
La biopsia muscular muestra depósitos de glucógeno y permite la demostración del defecto enzimático.
El estudio genético es indispensable para la confirmación definitiva de la GSD muscular y permite el consejo genético y diagnóstico prenatal si se requiere.
¿Existe tratamiento para las glucogenosis musculares?
No existe tratamiento específico para las GSD musculares, a excepción de la GSD II o enfermedad de Pompe.
En general, como medida preventiva se recomienda evitar el ejercicio violento.
En la GSD-V o enfermedad de McArdle se recomienda el entrenamiento aeróbico moderado, basado en el fenómeno del "segundo impulso".
Las GSD musculares son enfermedades potencialmente graves, pero su diagnóstico y aplicación de medidas preventivas mejoran la calidad de vida de los individuos que las padecen.
Consejos
Actualidad
Dieta equilibrada
Una alimentación equilibrada y adecuada es la que satisface las necesidades nutricionales de una persona, lo que supone un correcto aporte de energía y nutrientes para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Es importante que la alimentación sea variada para cubrir los requerimientos nutricionales y que sea agradable al paladar para evitar la monotonía de los menús.