Aburrirse fomenta la creatividad y el desarrollo cognitivo en la infancia
La tecnología avanza a pasos agigantados y nuestros cerebros reciben hoy en día una sobrecarga de estímulos. Los niños y niñas no son ajenos a esta realidad y crecen rodeados de pantallas con una amplia oferta de entretenimiento al alcance de sus manos que pueden consumir cómo, cuándo y dónde quieran. En este contexto, los momentos de aburrimiento pueden ser una oportunidad para que exploren y desarrollen sus habilidades.
Tener tiempo libre y pocos estímulos abre las puertas a la creatividad y a la posibilidad de desarrollar habilidades como la imaginación. El espacio vacío del aburrimiento les da la oportunidad de crear juegos simbólicos y de imitación utilizando objetos cotidianos a su alcance.
Algunos estudios apuntan que muchos niños y niñas cuando se aburren optan por juegos activos que implican actividad física, como esconderse o perseguirse, lo que les ayuda a evitar el sedentarismo y mejorar su salud.
Un estímulo para el desarrollo cognitivo
El aburrimiento también puede mejorar las habilidades cognitivas en la infancia, ya que la motivación por dejar de aburrirse puede impulsarles a utilizar sus capacidades motrices para resolver problemas o ser creativos.
Sin embargo, el aburrimiento en hijos e hijas puede ser todo un reto para las familias. Es preciso aprender a tolerar el malestar que el aburrimiento puede generarles y permitirles que exploren ese momento. Así podrán desarrollar la tolerancia a la frustración y la capacidad de buscar nuevos incentivos.
En resumen, permitir que los menores experimenten momentos de aburrimiento puede tener beneficios relevantes en su desarrollo cognitivo y emocional. Aunque puede ser un reto para los padres, es importante recordar que un pequeño paréntesis de aburrimiento puede ser una oportunidad valiosa para que los niños y niñas exploren su mundo y desarrollen sus habilidades.
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