Consejos para el niño que lleva fiambrera a la escuela
Cada vez son más los alumnos que llevan fiambrera al centro escolar. El que un niño tenga un ECM no debería ser un problema. Lo más importante será planificar el menú y asegurarse de que el niño se alimente de forma equilibrada y variada dentro de las posibilidades.
Cuando el niño con un ECM acude a la escuela, son sus padres o tutores quienes deben facilitar la información necesaria para que los responsables del centro puedan atender al paciente y su patología. Asimismo, es necesario involucrar al niño en estas conductas para que de mayor las pueda asumir con normalidad.
El niño debe acudir al recinto escolar cuando todo esté organizado y los educadores estén al corriente de la pauta dietética que debe cumplir. El equipo médico, junto con el/la dietista-nutricionista, deben proporcionar el material necesario para comprender la pauta que se debe seguir.
Presentamos una serie de consejos que pueden ser útiles:
- En primer lugar, entregar a la escuela un dossier con la información de la enfermedad y de la pauta dietética (encontrarás dicha información en los espacios Consejos y Nutrición).
- Si toma un suplemento, fórmula y/o medicación, hay que indicar la cantidad diaria que debe tomar y el número de tomas al día, así como la forma de preparación.
- Se debe entregar una lista de alimentos permitidos y prohibidos tipo semáforo.
- Resultará más fácil preparar platos únicos que contengan variedad de alimentos permitidos y utilizar diferentes técnicas culinarias. Completar la comida con pan y postre.
- La cantidad de comida incluida en la fiambrera se debe adaptar a las necesidades y edad del niño.
- Planifica el menú, por lo menos, con dos días de antelación, y si es posible, realiza una planificación semanal. Guíate por la programación de menús del comedor de la escuela de tu hijo y adáptalo al tipo de dieta que tenga pautada tu hijo.
- Intenta que el contenido de la fiambrera sea lo más apetitoso posible, combina colores y gustos distintos.
Higiene y seguridad alimentaria
Asimismo, es muy importante recordar que hay que seguir unas pautas de higiene y seguridad:
- Lávate las manos antes de comenzar a manipular los alimentos.
- Lava las verduras y las hortalizas, especialmente si el niño o niñas las va a comer crudas (por ejemplo, en ensaladas).
- Cuece suficientemente los alimentos.
- Cuaja bien los alimentos que lleven huevo, ya que éste es el medio idóneo para que crezcan microbios. Evita las salsas caseras a base de huevo crudo.
- Cocina los alimentos con suficiente antelación para poderlos enfriar convenientemente. De todos modos, no mantengas la comida preparada a temperatura ambiente durante más de dos horas.
- La pasta “al dente” evitará que quede pasada al recalentarla.
- Evita los postres caseros a base de nata, huevo y crema, por el riesgo de contaminación microbiana.
- Refrigera la comida lo antes posible dentro de la fiambrera.
- El niño debe aliñar las ensaladas justo antes de consumir y debe salar la carne después de ponerla al microondas para evitar que se reseque.
Estas recomendaciones higiénico-dietéticas son de carácter general. Los alimentos de la fiambrera variarán en función del ECM y del tipo de dieta especial que lleve el niño.
El tranporte y conservación es tarea del niño, explícaselo bien
Por último, habla con tu hijo o hija y explícale con detalle cuáles son los pasos a seguir cuando transporte la fiambrera de casa al colegio:
- La fiambrera con la comida preparada debe sacarse de la nevera de casa justo antes de ir a la escuela. Colócala en una bolsa isotérmica.
- En cuanto llegue al centro, debe guardarla en el frigorífico del colegio.
- Asegúrate que la fiambrera está identificada con el nombre de tu hijo y su clase.
- Cuando tu hijo vuelva a casa, desecha todo lo que no se haya comido.
Y recuerda!
Una buena planificación del menú evita caer en los menús reiterativos y dietas desequilibradas.
Fuente: Agencia de Salud Pública de Catalunya. Adaptación: Guía metabólica. Hospital Sant Joan de Déu
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