Estreñimiento en las enfermedades metabólicas
El estreñimiento o constipación se define como un retraso o dificultad para la defecación durante dos o más semanas, eliminando deposiciones duras o incompletas, con esfuerzo o dolor para defecar.
La gran mayoría de estreñimientos son de causa plurifactorial. En su aparición influyen factores constitucionales, hereditarios y psicológicos.
Problemas orgánicos: alteraciones de la motilidad, malformaciones del intestino, lesiones perianales...
Algunas enfermedades metabólicas hereditarias que cursan con trastornos motores que implican inmovilidad total o parcial pueden ser causa indirecta de estreñimiento en los niños que las padecen.
Diagnóstico
Es realizado por el pediatra mediante una historia clínica y una exploración física detallada. En la mayor parte de ocasiones las exploraciones complementarias, como el enema de bario o la radiografía de abdomen, no son necesarias.
Tratamiento
En el tratamiento del estreñimiento crónico infantil existen cuatro líneas de acción:
- Medidas dietéticas.
- Medidas higiénicas y educación del hábito defecatorio.
- Ejercicio regular.
- Tratamiento farmacológico.
Medidas dietéticas
1. Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra
La fibra es la parte de las plantas, carbohidratos y lignina, que no se digieren ni absorben en el intestino delgado, pero que se digieren total o parcialmente en el colon. Se encuentra en mayor cantidad en frutas, verduras, legumbres, cereales enteros y derivados, como salvado o germen de trigo.
Existen dos tipos principales de fibra dietética en los alimentos dependiendo de su solubilidad en agua: la soluble y la insoluble.
- La fibra soluble es fermentada en su mayoría, su función es alimentar las células del colon y la flora bacteriana, además mejora el metabolismo del azúcar y del colesterol. Es capaz de absorber agua con gran facilidad con lo que enlentece el tránsito intestinal. Se encuentra en la pulpa de las frutas, las legumbres, la avena y ciertos vegetales.
- La fibra insoluble se fermenta poco, aumenta el peso de las heces y favorece la motilidad del intestino. Se encuentra sobre todo en los cereales integrales, en el centeno, en la piel de las frutas, en productos derivados del arroz y todas las verduras
La American Health Foundation recomienda que el consumo de fibra de los niños (mayores de 2 años) y adolescentes debe ser: su edad + 5 g/día (máximo 25-30 g/día).
2. Aumentar la ingesta de agua
Para que las heces sean blandas y viscosas deben incorporar agua por lo que es necesario incrementar el consumo de líquidos. El hábito de beber agua también se puede educar ofreciéndola con frecuencia aunque el niño no tenga sed. Los vegetales, los zumos naturales, las frutas y los caldos también son una buena alternativa.
Recomendaciones generales:
- Es aconsejable realizar una alimentación equilibrada y variada.
- Fraccione la dieta en 5-6 comidas.
- Escoja alimentos integrales o enriquecidos con fibra como cereales, pan, galletas e incluya pastas integrales como macarrones, espaguetis...
- Tome como mínimo 2 platos de verduras y 3 piezas de frutas al día. Mejor crudas, enteras y a ser posible con piel.
- Aumente el consumo legumbres enteras o en puré.
- El incremento de fibra se ha de realizar preferentemente con a la adición de alimentos ricos en fibra o, en su defecto, mediante el empleo de suplementos comerciales de fibra.
- Para beneficiarnos de todos los efectos de la fibra alimentaria es importante variar las fuentes de fibra de la alimentación.
- Los productos dietéticos que se consideran ricos en fibra son aquellos que contienen 10-13g de fibra por cada 1000 Kcal.
Alimentos ricos en fibra
- Cereales de desayuno: enriquecidos con fibra tipo All bran®, muesli.
- Legumbres: judías blancas, garbanzos, lentejas, habas, guisantes verdes.
- Derivados integrales: salvado de trigo, germen de trigo...
- Galletas: de centeno, de avena, integrales.
- Frutas y frutos secos: albaricoque, higos, ciruelas secas, cacahuetes, almendras, pasas de corinto, nueces.
Medidas higiénicas y educación del hábito defecatorio
Un ritmo adecuado de evacuación junto con las medidas dietéticas es el tratamiento de elección en el estreñimiento crónico infantil.
En niños menores de 2 años evite medidas muy estrictas. Se recomiendan que el cambio dietético se acompañe de un horario de comidas regular, un ambiente agradable y de una correcta higiene de la zona del pañal.
Si existen lesiones perianales (fisuras, infecciones) realice baños antisépticos y use cremas cicatrizantes, siempre que se los indique su pediatra.
En niños que no usan pañal se aconseja sentar al niño en el lavabo con los pies bien apoyados en el suelo o en dos taburetes (“para no queden colgando”). Debe repetir el mismo proceso todos los días, a la misma hora aproximadamente, durante unos 5-10 minutos, para crear la costumbre. Generalmente es preferible colocarlo después de desayunar o de comer para aprovechar el reflejo gastrocólico.
Los padres o cuidadores deben evitar que el niño se aguante las ganas de ir al baño ya que, si se pospone, el deseo inicial de defecar desaparece.
Ejercicio regular
El ejercicio físico moderado, como correr, andar o montar en bicicleta, también resulta beneficioso para el estreñimiento. En el caso de que sea consecuencia de enfermedades metabólicas que cursan con trastornos de la movilidad, el ejercicio se deberá adaptar a las posibilidades de cada paciente.
Medidas farmacológicas
Los niños que no responden a ninguna de las terapias habituales deben recibir tratamiento individualizado con seguimiento médico.
Existen diferentes tipos de fármacos laxantes:
- Lubricantes como el aceite de parafina que hace que resbale el bolo fecal.
- Incrementadores del bolo: celulosas y fibras.
- Osmóticos: aumentan el agua en el bolo fecal y estímulo del peristaltismo: salinos, macrogol.
- Fibra prebiótica: lactulosa con acción osmótica en colon
- Supositorios de glicerina.
- Estimulantes con poco uso en pediatría.
Su médico recomendará el más adecuado a cada paciente.
Sugerencia de un menú rico en fibra
- Al levantarse beber un vaso de agua
- Desayuno:
- Kiwi.
- Leche con cacao.
- Bocadillo con pan integral.
- Media mañana:
- Dos frutas enteras.
- Botellín de agua.
- Comida:
- Espaguetis integrales.
- Carne rebozada con guarnición de alcachofas.
- Pera troceada.
- Merienda:
- Yogur Bio con cereales con fibra.
- Ciruelas secas hidratadas.
- Cena:
- Crema de espárragos.
- Tortilla francesa.
- Macedonia de frutas.
Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.
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