Productos bajos en proteínas, ¿qué debemos saber?
Hay errores congénitos del metabolismo cuyo tratamiento nutricional consiste en realizar una alimentación controlada en proteínas. En este tipo de dietas es necesario restringir las proteínas de origen animal, como lácteos, carnes, pescados y huevos, así como las proteínas de origen vegetal, presentes en harinas, cereales, legumbres y frutos secos. Estos alimentos solamente se darán bajo indicación médica según la tolerancia de cada paciente.
Con la finalidad de reemplazar algunos alimentos que contienen proteínas como el pan, la pasta, el arroz, los cereales, las harinas, el queso y la leche, entre otros, existen en el mercado sucedáneos y productos especiales bajos en proteínas.
Productos bajos en proteínas
Los productos con bajo contenido en proteínas son productos dietéticos preparados especialmente para pacientes con errores innatos del metabolismo de las proteínas. Están elaborados para que la composición del producto final ofrezca contenidos muy bajos de proteínas por cada 100 gramos de producto.
Para la enfermedad celíaca, existen otros preparados dietéticos denominados sin gluten. En el caso de los cereales, al retirar el gluten se elimina la fracción proteica. Como resultado, hay una mayor proporción de almidón ya que el cereal ha quedado libre de proteínas. Por eso, algunos productos sin gluten y bajos en proteínas pueden ser utilizados en este tipo de dietas. Como estos productos no están preparados especialmente para las enfermedades metabólicas, pueden incorporar proteínas procedentes de otros alimentos como huevo, leche, frutos secos, etc., lo que varía considerablemente el contenido final de proteínas.
Por tanto es importante revisar las etiquetas nutricionales cada vez que se consume el producto sin gluten y utilizar sólo aquellos que mantienen realmente baja la proteína en comparación con su homólogo.
Es muy importante fijarse en los gramos de proteína total que contiene el producto y qué ingredientes contiene para poder consumirlo con seguridad.
También existen sustitutos de huevo, que no son más que hidratos de carbono que tienen la propiedad de formar geles. Son utilizados como elemento de unión y sustituyen al huevo en diferentes preparaciones, como tortillas, pasteles, flanes, etc.
Para reemplazar la leche existen los sucedáneos de leche, a los cuales se les ha extraído gran parte de la proteína, quedando el suero lácteo con cantidades inapreciables de proteína.
Productos permitidos
Hay productos alimentarios que se encuentran disponibles en el mercado y que están permitidos por tener en su composición concentraciones bajas de proteínas. Por ejemplo, las bebidas de avena y arroz, la horchata de chufa, los helados, algunos snacks como ruedas de patata realizadas con almidones, las cremas de verduras etc.
Antes de consumir estos productos consulta al equipo médico para que te asesore, ya que cada niño tiene su nivel de tolerancia proteica.
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