Hígado, células hepáticas y trasplante de células madre para el tratamiento de los defectos del ciclo de la urea.
A pesar de los avances en el tratamiento farmacológico de los trastornos del ciclo de la urea (UCD), el pronóstico global a largo plazo puede ser pobre, especialmente para las manifestaciones neonatales.
El trasplante de tejido hepático o células aisladas parece adecuado para transferir la enzima deficiente.
El trasplante hepático (TH) para UCDs tiene una excelente tasa de supervivencia a 5 años, de aproximadamente el 90%, y es la manera de curar por completo la enfermedad. Sin embargo, el daño neurológico importante, sólo puede evitarse si la operación se realiza durante los primeros meses de vida. Por desgracia, los LT tempranos tienen un riesgo sustancial de complicaciones peri y postoperatorias, sobre todo causadas por un injerto de hígado relativamente grande.
El trasplante de células hepáticas (LCT) es menos invasivo que la LT, pero aún debe ser considerado como una terapia experimental con cerca de 100 pacientes tratados desde la primera intervención en 1993. Los UCDs son un modelo de enfermedad para la LCT, por el mal pronóstico, los defectos de enzimas principalmente hepáticas y el resultado excelente después de LT. Hasta ahora, 10 niños fueron sometidos a LCT para UCDs con muy pocas complicaciones técnicas y resultados clínicos esperanzadores. Un primer estudio prospectivo sobre su uso en UCDs neonatales severos ha comenzado recientemente. Sin embargo, la disponibilidad de los hepatocitos está limitada por la escasez de hígados de donantes; por lo tanto el uso de células madre se encuentra en investigación. Se pueden considerar varios tipos de células diferentes, como células madre hepáticas y células transformadas in vivo en similares a hepatocitos, tal como se ha demostrado en estudios con modelos animales. Sin embargo, un resultado claro en modelos animales de enfermedad metabólica humana aún no existe, y esto es el requisito previo para la aplicación clínica en humanos.
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