La criptorquidia, el problema genital más común en niños
La criptorquidia es el problema genital más común encontrado en pediatría. Literalmente significa testículo oculto y generalmente se refiere a un testículo no descendido o mal descendido.
A pesar de su frecuencia, muchos aspectos de por qué se produce la criptorquidia no están bien definidos y siguen siendo controvertidos. Pero sí sabemos con seguridad que la criptorquidia no tratada puede tener efectos perjudiciales con el tiempo.
¿Cómo es la formación y localización de los testículos en el desarrollo?
El desarrollo testicular normal comienza en la concepción, el testículo se desarrolla dentro del abdomen en el embrión/feto y luego se dirige a la bolsa escrotal. La ecografía prenatal no muestra el descenso testicular antes de 28 semanas de gestación.
El proceso normal es, después de la formación, una migración transinguinal (a través del conducto inguinal) a las 28-40 semanas de gestación. Se piensa que en este proceso de migración hay elementos hormonales y otros mecánicos que juegan un papel importante.
¿Cómo de frecuente es la criptorquidia y qué factores predisponentes existen?
En general, el 3% de los varones recién nacidos a término tienen criptorquidia, y el 1% en los bebés varones de 6 meses a 1 año.
Sin embargo, la prevalencia de la criptorquidia es del 30% en los recién nacidos prematuros de sexo masculino.
Los factores que predisponen a la criptorquidia incluyen el nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, el tamaño pequeño para la edad gestacional, los embarazos gemelares y la exposición materna a los estrógenos durante el primer trimestre, pero la presión intraabdominal también parece desempeñar un papel importante en el descenso testicular.
Las condiciones asociadas con la disminución de la presión abdominal incluyen todas aquellas en las que el tono muscular es bajo, algo bastante frecuente en muchos ECM y enfermedades neuromusculares.
Otras condiciones que pueden ocasionar disminución en la presión abdominal son malformaciones de la pared abdominal (onfalocele, extrofia vesical…). Todos ellos están asociados con un mayor riesgo de testículos no descendidos.
Aunque no se sabe cuál es la causa, con frecuencia se encuentran anomalías del epidídimo en los testículos que no han descendido con normalidad. El epidídimo es un conducto tubular, estrecho y alargado que se encuentra situado en la parte superior del testículo y que tiene como función recolectar y dirigir el esperma.
¿Cómo se diagnostica la criptorquidia?
La forma más práctica de diagnosticar una criptorquidia es mediante la exploración del médico, aunque en ocasiones es difícil determinar exactamente dónde se localizan los testículos.
Es importante hacer la exploración con buenas condiciones, como con una adecuada postura del paciente o temperatura de la sala agradable, y es fundamental preguntar sobre los posibles factores predisponentes especificados.
Los testículos que no han descendido bien pueden palparse en un 80% de ocasiones: tienen un mal descenso, o bien son ectópicos (localizados fuera de su lugar) o retráctiles (significa que tienen tendencia a subir por el canal inguinal).
Pero en el 20% de estos pacientes los testículos no se localizan de forma manual y pueden ser intraabdominales o estar ausentes.
Así, en ocasiones hay que realizar alguna prueba complementaria como una ecografía abdominal, una tomografía o resonancia para localizar el testículo.
En los casos más complicados se puede recurrir a la cirugía exploratoria (para explorar la cavidad abdominal y llegar a localizar el testículo), habitualmente realizada en los primeros dos años de vida del niño.
Riesgos y complicaciones de la criptorquidia
Los principales riesgos y complicaciones derivados de la criptorquidia son:
- Problemas de fertilidad (esterilidad): para que se formen correctamente los espermatozoides los testículos deben estar a una temperatura inferior que la temperatura corporal, de ahí su localización normal en la bolsa escrotal.
- Riesgo aumentado de cáncer de testículo: los hombres que padecen criptorquidia tienen mayor riesgo de desarrollar algún tumor en el testículo y, debido a la dificultad para palpar bien el testículo, se diagnostica más tarde.
- Hernia inguinal: por la alteración del canal inguinal.
- Menor tamaño testicular: debido a la criptorquidia pueden presentar un crecimiento anormal.
- Torsión testicular: se trata de un problema en el que el testículo puede girar sobre sí mismo y producir una interrupción de la llegada de sangre al testículo por los vasos sanguíneos, dando lugar a muerte celular y necrosis testicular. Esta torsión en más frecuente en niños con criptorquidia.
- Efectos psicológicos del "escroto vacío" en el adolescente y adulto.
¿Cómo se trata la criptorquidia?
Habitualmente, el tratamiento se comienza a plantear si el testículo no desciende de forma natural durante el primer año de vida. Con el adecuado tratamiento se prevendrán total o parcialmente las complicaciones que hemos detallado.
Existe un tratamiento hormonal que favorece o propicia el descenso y se puede realizar como primera opción terapéutica, aunque su uso está limitado por los efectos secundarios.
La cirugía, llamada orquiopexia (fijación testicular), se suele realizar a edades muy tempranas (antes de los 2 años) y es un tratamiento definitivo, aunque en raras ocasiones el cirujano pueda encontrar dificultades propias de toda una estructura que no se ha formado bien (vasos sanguíneos, epidídimo…).
La cirugía precoz ha demostrado favorecer un crecimiento testicular más normal, una fertilidad conservada y un menor riesgo de cáncer de testículo.
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