Repercusión neurológica a largo plazo de las dietas especiales I/II
Resumen de la primera parte de la conferencia de la Dra. Àngels García-Cazorla en el Society for the Study of Inborn Errors of Metabolism (SSIEM), en septiembre de 2018, Atenas (lee la segunda y tercera parte de la intervención).
Muchas enfermedades metabólicas hereditarias o errores congénitos del metabolismo (ECM) requieren dietas especiales como tratamiento. En ellas existe un elevado riesgo de síntomas neuropsiquiátricos a pesar de una adherencia al tratamiento excelente y un control metabólico óptimo.
Estos síntomas pueden consistir en diferentes grados de discapacidad intelectual, disfunción ejecutiva, trastornos de humor y conducta y dificultades en la interacción social. La mala función patofisiológica del cerebro en estas enfermedades solo se conoce parcialmente.
Existen pocos estudios sobre sintomatología neurológica y conductual a largo plazo en ECM tratados con dietas especiales.
La mayor parte se refieren a la fenilcetonuria (PKU), los defectos del ciclo de la urea y, en menor proporción, a las acidurias orgánicas, homocistinurias, galactosemias y defectos de la beta-oxidación.
Esto es debido a que todos estos ECM son enfermedades minoritarias, de baja frecuencia y es muy difícil analizar datos de un número suficiente de pacientes agrupados por edad, gravedad de la enfermedad y tipo de dieta, que permitan estudios estadísticos fiables de comparación con controles sanos.
Además, es difícil evaluar qué alteraciones neurológicas están causadas por los mecanismos específicos de cada enfermedad y cuales están influenciadas por la falta de micronutrientes secundaria a las dietas especiales.
Este resumen se dividirá en tres partes:
- La nutrición y el desarrollo cerebral
- ¿Pueden las dietas especiales alterar la función cerebral?
- Direcciones futuras.
1ª Parte: La nutrición y el desarrollo cerebral
Estudios comparativos del cerebro en primates (monos) y humanos
Para conocer el efecto de la dieta en el cerebro humano los antropólogos han realizado diversos estudios comparativos en humanos y primates (chimpancés y otros monos). Se ha concluido que el tipo de dieta (a base de frutas o bien de hojas) puede predecir mejor el tamaño del cerebro que la sociabilidad (DeCasien AR y col, 2017).
Otros autores han concluido que nuestro metabolismo funciona con mayor rapidez que el de otros primates, lo que da lugar a un cerebro humano de mayor tamaño. Además, cuando la comida es escasa, los humanos son más gordos que otros primates, lo que les da reservas de energía para aprovechar en tiempos de escasez. La energía disponible se dedica principalmente a la función cerebral, reduciéndose el tamaño de otros órganos que consumen mucha energía (el músculo, por ejemplo). Así, la cocción de la alimentación (carne, pescado) y la diversificación de la dieta son esenciales para el desarrollo y crecimiento cerebral (Anton SC y col, 2014).
Desarrollo del cerebro en la infancia
El cerebro de un niño experimenta un desarrollo increíble desde el nacimiento hasta la edad adulta, produciendo más de un millón de conexiones neuronales en cada segundo.
El 90% del desarrollo del cerebro de un niño tiene lugar durante los primeros 5 años de vida. Sus necesidades energéticas son el doble que las del adulto (Leisman G y col, 2014).
Composición lipídica del cerebro
Los lípidos (grasas) son esenciales para las funciones cerebrales. La composición de lípidos en la corteza prefrontal del cerebro varía en las distintas etapas del desarrollo, influyendo en la fluidez de las membranas (Yu Q y col, 2018).
Efecto de deficiencias nutricionales específicas en el desarrollo cerebral
Optimizar la nutrición durante el período fetal y postnatal temprano es crucial por su impacto en el neurodesarrollo y la función cerebral. En esta tabla se observan los procesos cerebrales afectados cuando escasean determinados nutrientes en etapas precoces del desarrollo causando disfunciones neurológicas en el adulto.
Regiones cerebrales afectadas por nutrientes críticos para el desarrollo cerebral durante los primeros 1000 días de vida
Conclusiones
- La dieta es básica para el desarrollo cerebral.
- La composición metabólica del cerebro cambia a lo largo de la vida.
- Los primeros 5 años de vida son básicos “metabólicamente” y requieren cuidados intensivos y especializados.
- La malnutrición precoz puede dar lugar a largo plazo a una disfunción cerebral permanente en la edad adulta.
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